La última vez que se había subido a un auto de carrera fue en la temporada 2007 cuando en una definición polémica perdió el campeonato de la Clase 850 en manos de Fernando Romero quedándose con el “2”. El piloto en cuestión es Bruno Tortorella quien regresó este año al automovilismo deportivo con un auto nuevo preparado por su propio equipo para debutar en la TC1100 no de la manera esperada. En los dos Grandes Premios con invitados rompió dos motores y no pudo ser protagonistas. Al encontrar un problema en el carburador, fue a la última fecha del 2 de Noviembre en el Mouras y tampoco pudo terminar la competencia en un fin de semana complicado por la lluvia sin embargo el auto pegó un salto en cuanto al funcionamiento dejando buenas expectativas de cara al Premio Coronación del 7 y 8 de Diciembre, en el que intentará cerrar el año con un buen resultado.

“Debuté en la primera de invitados del Mouras y tuve un problema en el motor y en la segunda del Gálvez también renegamos con la planta impulsora. Recién en la última fecha en La Plata medianamente lo encontramos. Esperemos que nos permita seguir girando. Encontramos un inconveniente en la parte de carburación y pegamos un salto en confiabilidad. El auto está para andar adelante pero me falta agarrar ritmo ya que volví al automovilismo después de siete años y los muchachos están muy afilados. Me tengo que sacar la tierra de encima”, analizó Bruno Tortorella sobre su regreso a la categoría y debut en la TC1100 con el N° 53 en los laterales.

“Estamos trabajando para la próxima fecha del 7 y 8 de Diciembre en la que estaremos con todas las intenciones de terminar y seguir adaptándome al manejo y al ritmo de la categoría. El auto ya está casi listo. Se repasó todo luego de la lluvia y le hicimos algunas reformas en el chasis para que no se caiga nada. En cuanto al 2015 la idea es hacer el año completo pero va a depender del presupuesto con el que contemos”, concluyó el piloto de Capital Federal.